La globalización de los hábitos alimentarios occidentales, que incluyen un consumo excesivo de grasas saturadas, carbohidratos refi nados y alimentos procesados, y el aumento progresivo del sedentarismo están contribuyendo al desarrollo de epidemias de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares en muchos países. En forma paralela a esta tendencia, dichas afecciones se están tratando mediante la progresiva globalización de la medicina industrial.
En muchos países, los centros de atención médica son grandes consumidores de alimentos, por lo que son capaces de adoptar y promover prácticas saludables y sustentables a través de sus elecciones alimentarias. Cada vez más centros de atención médica en países desarrollados o en vías de desarrollo que compran y distribuyen alimentos a sus pacientes y empleados están reduciendo su huella ambiental y mejorando la salud de estas personas mediante cambios en las prácticas y los menús hospitalarios. Esto incluye restricciones en la cantidad de carne en las comidas, supresión de las comidas rápidas y la comida chatarra, producción de abono a partir de los desperdicios y compra de productos de granjas locales sustentables, lo cual promueve la sustentabilidad de los productores locales, la producción in situ de alimentos propios y el establecimiento de mercados para que los productores locales puedan vender alimentos saludables a la comunidad.
Al promover y apoyar sistemas localizados y sustentables de alimentos nutritivos, los hospitales pueden reducir sus respectivas huellasinmediatas y mejorar la nutrición y el acceso a los alimentos, con lo cual ayudan a fomentar la prevención de enfermedades, limitan los impactos ambientales del sector de la salud y, a más largo plazo, minimizan los requerimientos de atención médica de la población.
The globalization of a western diet based on excessive saturated fats, refined carbohydrates and processed foods, together with increasingly sedentary lifestyles, are contributing to epidemics in obesity, diabetes and cardiovascular disease in many countries.
Health-care facilities in many countries are major consumers of food and can therefore model and promote health and sustainability through their food choices. A growing number of health-care facilities in developed and developing countries that purchase and serve food to patients and workers are reducing their environmental footprint and improving patient and worker health by making changes in hospital service menus and practices. These include limiting the amount of meat in hospital meals, cutting out fast and junk food, composting food waste, buying locally and sustainably farmed produce – thereby promoting local, sustainable production, producing their own food onsite, and holding farmers’ markets for local producers to sell healthy food to the community.
By promoting and supporting nutritious, localized sustainable food systems, hospitals can both reduce their own immediate footprint while supporting food access and nutrition, thereby helping to foster the prevention of disease, a reduction in the health sector’s environmental health impacts and contributing to a longer-term reduction in the population’s need for healthcare.