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Propósito de la Agenda

  • Mejorar las estrategias de transporte para pacientes y empleados.
  • Desarrollar estrategias de provisión de transporte y servicios que reduzcan la huella de carbono de los hospitales y su incidencia en la contaminación local.

El problema global

El transporte es una de las principales fuentes de contaminación del aire en todo el mundo, y repercute en la salud de manera significativa, especialmente en las zonas urbanas. La exposición al monóxido de carbono, dióxido de azufre y dióxido de nitrógeno puede causar enfermedades respiratorias y alterar los sistemas de defensa pulmonares . Varios estudios establecen una relación entre el aumento de las visitas a las salas de emergencias y el incremento de los niveles de ozono en la comunidad . La presencia de ozono a nivel del suelo también se relaciona con el aumento de las temperaturas en las zonas urbanas y el agravamiento de los efectos de isla de calor.

La contaminación del aire por el transporte es un problema de salud importante que afecta principalmente a las megaciudades de los países en desarrollo. En Delhi, el sector de transporte es responsable de más del 70% de la contaminación del aire. Según un estudio del Banco Mundial, el costo social total de la contaminación del aire en las ciudades de Mumbai, Shangai, Manila, Bangkok, Cracovia y Santiago ascendía a USD 2600 millones.

Por otro lado, el transporte por carretera representa el 18% del total mundial de emisiones de CO2 que genera el uso de combustibles. Se calcula que hacia 2030 las emisiones de CO2 por transporte aumentarán un 60%. La mayor parte de este incremento ocurrirá en regiones en desarrollo, especialmente en China, India y el sudeste de Asia.

Soluciones hospitalarias

El sector de la salud, con sus flotas de ambulancias, vehículos hospitalarios, vehículos para entregas y medios de transporte para pacientes y empleados, es un sector que conlleva requerimientos de transporte muy elevados. Los efectos de la contaminación del aire que produce este sector se concentran en torno a instalaciones hospitalarias de gran envergadura.

Según cálculos del Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido, las emisiones de CO2 que se relacionan con el transporte de empleados y pacientes a centros de atención médica equivalen, aproximadamente, al 18% de las emisiones totales de carbono . A raíz de este importante hallazgo, el NHS está evaluando la posibilidad de ubicar las instalaciones dentro de las comunidades y cerca de la infraestructura de transporte público, lo cual reduciría ampliamente las distancias recorridas por los pacientes en vehículos.

Otra estrategia para la reducción de emisiones relacionadas con el transporte gira en torno a la telemedicina. Según observa la OMS, “los programas de salud a distancia pueden (…) reducir la huella de carbono del transporte relacionado con la atención médica, además de mejorar el acceso y los resultados para los grupos más vulnerables. En muchos países en desarrollo, se han obtenido buenos resultados mediante simples aplicaciones de telefonía móvil que permiten realizar consultas médicas a distancia y obtener ayuda en casos de emergencia”.

La adopción de tecnologías híbridas, vehículos totalmente eléctricos y combustibles alternativos, como el gas natural comprimido y ciertos biocombustibles, permite reducir las emisiones de las flotas de vehículos, incluidas ambulancias y furgonetas. Las campañas que alientan al personal y a los pacientes a trasladarse en bicicleta, usar el transporte público o compartir el vehículo también pueden ayudar a reducir las emisiones contaminantes en relación con los centros de atención médica.

El transporte afectado a las cadenas de suministro también produce impactos significativos. El NHS del Reino Unido calcula que el 60% de su huella de carbono se relaciona con decisiones de cadena de suministro. El uso de proveedores locales o proveedores que se trasladen en vehículos de bajo consumo de combustible puede generar impactos positivos. Los residuos deberían tratarse o disponerse lo más cerca posible del lugar donde se generen .
En síntesis, las elecciones respecto del transporte pueden tener un enorme impacto en las comunidades donde se sitúan los hospitales. El aumento del tránsito y el ruido, los problemas de estacionamiento y seguridad, y la falta de espacios verdes o accesibilidad de peatones son cuestiones que pueden evitarse mediante la integración comunitaria de centros de atención médica accesibles, de tamaño adecuado y distribuidos de manera eficiente en zonas de uso mixto.

Acciones concretas:

  • Brindar atención médica en lugares accesibles para pacientes, empleados y visitas, sin que estos deban recorrer distancias innecesarias. Evaluar opciones de atención primaria comunitaria, atención domiciliaria y servicios médicos en instalaciones compartidas con servicios sociales o programas comunitarios relacionados.
  • Desarrollar estrategias de telemedicina, comunicación por correo electrónico y otras opciones que no requieran encuentros en persona entre los profesionales de la salud y los pacientes.
  • Alentar al personal, los pacientes y las visitas a caminar, trasladarse en bicicleta, utilizar el transporte público o compartir el vehículo siempre que sea posible. Instalar duchas, casilleros y guardabicicletas para promover la adopción de modos de transporte saludables entre los empleados.
  • Conseguir descuentos en transporte público para promover su uso.
  • Optimizar la eficiencia energética de las flotas vehiculares de los hospitales mediante el uso de vehículos híbridos, eléctricos o que consuman biocombustibles adecuados.
  • Comprar a proveedores locales o a aquellos que utilicen vehículos de bajo consumo de combustible.
  • Disponer los residuos cerca del lugar de generación.
  • Apoyar políticas a favor del uso del transporte público para preservar el medio ambiente.